Un vestido con el que te quieres ver bien, el deseo de moldear el cuerpo o una necesidad posquirúrgica. Sea cual sea la razón, una faja puede ser una gran aliada. Pero ¿cómo saber cuál es la ideal?
“Tenemos una serie de trucos que pueden ayudar”, responde Daniela Reyes, de Fajas MyD, una empresa con más de 20 años de experiencia en la confección de este tipo de prendas. “La mujer debe conocer su cuerpo, saber cómo es su figura... Y tener claro qué es lo que quiere. Pero nosotros podemos asesorarla en nuestros puntos de venta, como el de nuestro distribuidor exclusivo en Chile PaoPink”, agrega.
¿Es para un posoperatorio? ¿Se la quiere poner todos los días? ¿Es para una ocasión especial? ¿Es para ir al gimnasio? Dependiendo de cuál es el objetivo se define el tipo de faja que se requiere. “Cuando la mujer saber para qué la necesita, nosotros podemos decirle con mayor certeza esta es la faja que usted necesita”, agrega Daniela.
También es importante conocer la experiencia previa que se tiene en el uso de esta prenda, pues de eso depende que se puedan utilizar fajas más exigentes o de mayor compresión. Además, es bueno tener claro qué parte del cuerpo se desea moldear.
Otro de los ítems que hay que tener en cuenta a la hora de comprar una faja es el estilo de la misma: larga o corta, de strapless o con brasier incorporado, short, talle alto o extraalto, con refuerzos, con broches, con cierres... las opciones son amplias.
También, claro, la resistencia de la faja o su nivel de compresión: bajo, medio o alto. “El nivel de compresión de bajo son prendas satinadas, sin muchas costuras. Es para moldear, pero sin definir”, explica Daniela.
Las de compresión media mezclan materiales como el Powernet y Lycra Nylon, que le brindan mayor resistencia a la prenda. Y las de comprensión alta se identifican por los broches de cuatro niveles, las varillas, los refuerzos abdominales y el moldeo de cintura.
En fajas es fundamental que estas pasen desapercibidas y eso también lo valoran quienes las utilizan. La selección de los colores y los materiales es vital para lograr este objetivo. Por eso, el uso de Lycra algodón, encajes siliconados, y poliuretano, fibras que se adaptan al cuerpo para brindarles a las mujeres, sobre todo, comodidad y discreción. Pero además, tienen microcápsulas de vitamina E, que son ideales para los procesos de recuperación y cicatrización en los casos de las fajas para los posoperatorios.
¿Y la talla? Dependiendo de la referencia, van desde la 2XS hasta las 4XL.
“La compañía ha logrado entender muy bien a las mujeres y sus necesidades: la que se quiere fajar completa, la que lo hace por primera vez, la que está en recuperación tras una operación, para las deportistas con una línea de látex, para el posparto o para el uso diario”.